CAL: Amineko

A veces, de las peores situaciones salen cosas buenas. Ésta no fue terrible, pero sí movida, aunque acabó con final feliz.

Debido a cierta situación que se dio, Gemma, de Wasel Wasel, escuchando a las masas organizó un CAL. Este CAL ha supuesto el nacimiento de más de 170 gatetes de ganchillo.

¿Es o no es algo fabuloso?

Ya son muchos los blogs que muestran su propio Amineko. Este gatete de origen japones ha invadido Twitter e Intagram, además de todas las casas de las participantes. Porque muchas (yo aún no, pero tiempo al tiempo) no se han conformado con uno.

La variedad de colores y tamaños es inmensa, pero dejadme que aproveche para destacar el mío.

Leo en la manta de las gatas ¿dónde si no?

Mi Amineko se llama Leo y no tiene género. Ni es macho, ni es hembra, ni todo lo contrario. Simplemente es Leo (Leonor, Leonardo… ¿qué importa? ¡LO QUE IMPORTA ESTÁ EN LA GUATA, NO EN EL DNI!)

Del mismo modo que los peluches suelen tener la expresión neutra, para que los niños los utilicen para expresar sus propios sentimientos, Leo es de genero neutro. NO PODEMOS PONER BARRERAS AL MAR. ¡¡Dejemos de etiquetar!!

Hace tiempo una amiga me regaló el libro «El prisma del lenguaje» y en él se habla de cómo las palabras dan forman al mundo que nos rodea (La Luna, por ejemplo, en el mundo hispano, es un ente femenino, delicado y traicionero… la luna, que no es más que un satélite, sin género, ni ideas…¿Veis a qué me refiero?). Si las palabras tienen tanto poder ¿por qué no las utilizamos para crear un mundo mejor?

¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿De dónde vengo? ¿Tengo derecho a latita de Gourmet Gold?

Sin llegar a todas las opciones que hay más allá del universo binario, lugar donde ya es escandalosa la tercera alternativa sexual (sin mencionar todas las demás, esas que el bueno de Kinsey categorizó en su -lamentablemente- poco conocida tabla), pensemos que muchos de estos Aminekos van a parar a pequeñas manos. A manos que tienen una mentecita en formación y a los que ya les estamos cortando las alas al sexualizar a un muñequito de ganchillo, que ni siquiera tiene características de género.

Y aunque nos lo quedemos nosotros, adultos ya formados, que nos sorprendemos al descubrir que en el mundo, con todos los millones de personas que hay, haya gente que piense, actúe o se sienta diferente a los patrones establecidos.

No tendrá genero, pero sigue siendo felino.

Esos patrones, que por cierto, perpetuamos al decir que, por ejemplo, My Misio es chica y que por eso lleva una flor.

Y después de esto me voy a tejer a My Misio, que por cierto, se va a llamar Cris, también va a ser de género neutro y ya puestos pansexual.

Ahí lo dejo.

Nos vemos.

Bxx

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